Día de incertidumbre..... Había dormido bien, pero al despertarme sobre las 8 de la mañana, me notaba nervioso e intuía que se avecinaba un mal día.
No era la primera vez que me pasaba por lo que estaba seguro de poder controlar la situación y tranquilizarme.
Sin embargo después de desayunar el nerviosismo se transformo en una especie de tristeza y una cascada de emociones que complicaban mi estado de ánimo.
Jesús tú puedes pensaba....... pero mi cabeza iba muy rápido y no conseguía que mis pensamientos positivos superarán a esa montaña rusa que no acababa de parar.
Mi mujer se dio cuenta de que algo me pasaba y procuraba distraerme, intentando encontrar respuestas lógicas y razonables, en esos momentos en los que la sin razón se apodera y pareces entrar en una rueda de la que no puedes salir.
Empecé a auto analizarme , me tomé la tensión , la saturación de oxigeno, buscando encontrar un problema que únicamente estaba en mi mente.
La saturación oscilaba y la tensión estaba un poco alta , por lo que pensé que ese día no haría ejercicio y dejaría que el tiempo calmara la situación.
Al poco rato me di cuenta de que no era una buena decisión, ya que no conseguía tranquilizarme del todo y mi cabeza quería respuestas que no llegaban.
Al poco rato me di cuenta de que no era una buena decisión, ya que no conseguía tranquilizarme del todo y mi cabeza quería respuestas que no llegaban.
¡Qué injusta es la vida! , ¿ Por qué me pasa esto a mi si yo estaba bien? , otro problema más... , qué asco de día..... eran frases que invadían mis pensamientos.
Sabía que la única solución era no dejarse tragar por esa ola de negatividad , que no paraba de crecer y de la que si no sales estás perdido.
Me tumbé un rato e intenté relajarme mediante respiraciones abdominales, que conocía bien, y me puse una música que acompañara a esa paz que tanto ansiaba.
Los pensamientos tan negativos dejaron paso poco a poco a otros más optimistas y por fin llegó la calma.
Eran las 9.30 de la mañana y parecía que el día comenzaba de nuevo,
Con mis auriculares y la música que más me relajaba me subí a la cinta de andar y como todos los días acabé con mi sesión de ejercicio.
Después de casi una hora en la cinta de andar me sentía bien, y lo más importante es que había vencido a esos miedos irracionales que a todos nos invaden de vez en cuando.
Después de casi una hora en la cinta de andar me sentía bien, y lo más importante es que había vencido a esos miedos irracionales que a todos nos invaden de vez en cuando.
Muchos os preguntaréis por qué cuento esta historia, y la respuesta es sencilla:
Que sepáis que no estáis solos en el mundo de los miedos y la batalla de las emociones.
La estabilidad emocional es fundamental para todas las personas y primordial en nuestra vida de fiquis.
No estamos libres de miedos , angustias y ansiedades que intentan ocupar un terreno en nuestras vidas y afortunadamente no tenemos el monopolio de los mismos, ya que muchas personas los sufren a diario por diferentes motivos.
Incertidumbres personales, laborales, familiares, y de un futuro incierto, pueden desembocar en todo tipo de sensaciones y sentimientos negativos difíciles de controlar.
Lo importante es aprender a vencerlos y a sobrevivir con ellos sin que se adueñen de nuestras vidas.
Que sepáis que no estáis solos en el mundo de los miedos y la batalla de las emociones.
La estabilidad emocional es fundamental para todas las personas y primordial en nuestra vida de fiquis.
No estamos libres de miedos , angustias y ansiedades que intentan ocupar un terreno en nuestras vidas y afortunadamente no tenemos el monopolio de los mismos, ya que muchas personas los sufren a diario por diferentes motivos.
Incertidumbres personales, laborales, familiares, y de un futuro incierto, pueden desembocar en todo tipo de sensaciones y sentimientos negativos difíciles de controlar.
Lo importante es aprender a vencerlos y a sobrevivir con ellos sin que se adueñen de nuestras vidas.
Permitirme un consejo:
No tratéis de ocultarlos y, si no podéis afrontarlos solos, dejaros ayudar.
Yo tengo una mujer que me comprende y me ayuda cuando mi estado emocional se resiente, porque sé que no soy perfecto y no me da vergüenza reconocer mis debilidades.
No debemos olvidar que la Fibrosis Quística , como tantas enfermedades es muy exigente tanto física como mentalmente.
No debemos olvidar que la Fibrosis Quística , como tantas enfermedades es muy exigente tanto física como mentalmente.
En las épocas más difíciles de mi vida no dudé en acudir a un profesional, que me ayudó a entender el porqué de esas emociones que minan tu optimismo y tus fuerzas, pero sobre todo me dio las pautas para que, cuando me tenga que enfrentar con ellas nuevamente, no se apoderen de mi día a día y pueda decir alto y claro.
¡PODEMOS!
"El miedo está siempre dispuesto
a ver las cosas peores de lo que son"
Autor: Tito Livio
"El miedo está siempre dispuesto
a ver las cosas peores de lo que son"
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